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RAMON FRANCÀS

Burbujeante inquietud, en el Penedès

Ramon FrancàsLos espumosos del Penedès, muchos de ellos fruto de fugas de la DO Cava, siguen creciendo. En el Penedès, sin embargo, se asiste con preocupación a la batalla entre las DO Cava y Penedès. También están irrumpiendo otros condicionantes que levantan preocupación, como la firme voluntad del Consejo Regulador de la DO Penedès de dejar de colaborar económicamente con la Acadèmia Tastavins del Penedès Sant Humbert en la organización del Vijazz -la cifra no es nada baladí- si se sirven vinos no amparados por la DO Penedès (ello incluye, obviamente, a los cavas). El Consejo Regulador de la DO Penedès, desde donde se apela a la coherencia territorial y a la calidad, confía que a lo largo de este año ya serán medio millar las botellas de los espumosos que ampara que saldrán al mercado. Es una pequeña producción si se compara con les del cava: más de 250 firmas elaboran en torno a 250 millones de botellas de cava.

Actualmente hay 14 bodegas que elaboran espumosos DO Penedès y pronto podría ampliarse la lista con otras bodegas. También se negocia desde hace meses con Raventós i Blanc, que dejó la DO Cava para etiquetar sus espumosos como Conca del Riu Anoia-Barcelona, una marca que ha sido impugnada. El director general de Raventós i Blanc, Pepe Raventós, ha confirmado haber recibido una oferta del Consejo Regulador de la DO Penedès para sumarse a esta denominación con sus espumosos. Sin entrar en más detalles, afirma que no ha tomado ninguna decisión y que está valorando la propuesta, a pesar de que no parece que le acabe de seducir. Según parece, la DO Penedès habría propuesto amparar los espumosos de Raventós i Blanc, que el año pasado abandonaron la DO Cava, creando una subzona Conca del Riu Anoia para contentar Raventós i Blanc. Residiendo lejos, en Nueva York, el director general de Raventós i Blanc dice haber visto “la oportunidad muy grande” de dar a conocer “nuestros vinos y nuestros terruños”, con el objetivo de que “compitan en la primera línea mundial”. También ha manifestado que “el cava no nos ayuda a hablar de viticultura, de biodinámica…”, a pesar de que apunta que “el cava nos lo hemos querido mucho y lo querremos siempre”. También lamenta que el 85% de los cavas se elaboren “de espaldas a la viña”. Quiere, sin embargo, que “la gente del mundo pueda entender el Penedès”, y afirma que han hecho “muchos esfuerzos” para mejorar la viña. La decisión de abandonar la DO Cava para apostar por una zona sin aval legal, la Conca del Riu Anoia, afirma que se entiende como “una apuesta por el origen y no por el método”.

A partir de abril de 2015, según ha explicado el director de la DO Penedès, Francesc Olivella, todos los espumosos amparados por la DO Penedès tendrán un mínimo de 15 meses de crianza en rima. En enero del 2012 tendrán un mínimo de 12 meses, en febrero 13 meses y en marzo 14.

Finalmente se escogió el pasado mes de julio la identificación Clàssic Penedès para identificar a los espumosos amparados por la DO Penedès. Se escogió entre cinco nombres, entre los que también se había propuesto Saüm Penedès, Saüm, Kirat Penedès y Kirat. Estos últimos nombres habían creado disgusto o sorpresa en buena parte del sector mientrascontinúan los desencuentros con la DO Cava, especialmente después de que la DO Penedès amparara a última hora los espumosos de AT Roca (que inicialmente se acogieron a la DO Cava), justo antes de presentarse públicamente este nuevo proyecto abanderado por Agustí Torelló Sibill. También ha trascendido que se estudia autorizar que los elaboradores de espumosos amparados por la DO Penedès puedan adquirir un máximo del 25% de su producción en punta a otros elaboradores (exactamente igual como ocurre en la DO Cava).

Los espumosos de la DO Penedès estrenaron en abril del año pasado un nuevo reglamento, aprobado al pleno del Consejo Regulador con alguna reticencia de los viticultores. Con la nueva reglamentación, los espumosos de la DO Penedès pasaron de 12 a 15 meses de crianza mínima en botella (desde el tiraje) buscando más calidad, y todos ellos tienen que ser fruto de agricultura ecológica. Este último punto suscitó cierta controversia entre los representantes de los viticultores, a pesar de que finalmente se acabó aprobando. La crianza mínima del cava es de 9 meses. También se aprobó que, dado que la categoría Gran Reserva la tiene en exclusiva la DO Cava en lo que respeta a los espumosos, los espumosos de la DO Penedès indicarían esta larga crianza con una R a la cual se añadiría los años de la crianza.

Entre las bodegas que se han sumado a la DO Penedès para amparar sus espumosos destacan Mas Comtal (la primera que abandonó la DO Cava), Colet, Can Ramon Viticultors del Montgròs, Mas Bertran Viticultor, Albet i Noya, Torre del Veguer, AT Roca o Loxarel. Otras bodegas que se han subido al carro de la DO Penedès para elaborar espumosos son el Hospital de Sant Joan Baptista de Sitges, Mas Can Colomé Viticultors, Carles Mora Ferrer de Piera o Sucesores de Rafael de Camps del Ordal. Algunas de ellas llegaron a amparar sus espumosos en la DO Penedès tras ser multados por la DO Cava. Los espumosos de la DO Penedès están en plena efervescencia después de las fugas que ha sufrido la DO Cava. Pese a ello, algunas bodegas que meditaron dar el paso de abandonar la DO Cava con sus espumosos para ampararse en la DO Penedès, como Can Ràfols dels Caus de Avinyonet del Penedès, están reconsiderando la cuestión.

Mucho ruido, como ocurrió en su día con Raventós i Blanc, levantó la marcha de la DO Cava de Albert i Noya. En noviembre del año pasado esta bodega de Sant Pau d’Ordal explicaba que “después de más de 20 años esperando el reconocimiento de una subzona dentro del cava que reconociera la calidad y diferencias del terruño del Penedès, hemos decidido dejar de elaborar espumosos con DO Cava para hacerlo bajo el paraguas de la DO Penedès. De esta manera, estamos convencidos de que daremos más identidad a unos vinos elaborados en un territorio muy concreto, donde nacen y crecen sus viñedos, lo que quedaba hasta ahora diluido en el marco de la inmensa DO Cava”.

El Consejo Regulador de la DO Penedès ya informaba en enero del año pasado que los elaboradores de espumosos de la DO Penedès “ven como cada día se amplían los horizontes del producto y su percepción de alta calidad al exterior”. Se afirmaba entonces que “con la nueva normativa para este tipo de vino, pero sobre todo con la ilusión y esfuerzo de los mismos elaboradores, se conseguirá tener una buena representación a un gran nivel de calidad definiendo así una identidad territorial.”

La llegada a la presidencia del Consejo Regulador del Cava de Pere Bonet Ferrer parece haber cortado la hemorragia de elaboradores que dejan la DO Cava. Pere Bonet afirma que “todos perseguimos enderezar el rumbo que lleva el cava”. Entiende que “debemos buscar prestigio, mayor valor añadido y la unidad, que todo el mundo vaya por el mismo camino”. También añade que el gran objetivo es “prestigiar aún más el cava, un producto excelente y con grandes atributos que se merece un futuro brillante”. Reconoce, sin embargo, que “evidentemente, el sector está en un momento de crisis, y necesita cambios y un revulsivo”. Añade que con el cava “estamos jugando en la máxima categoría mundial, y no debemos olvidar que es un producto excelente, plural, con una calidad extraordinaria y que en el sector hay mucho talento”. Recuerda Bonet que el cava es una “fuente de trabajo extraordinaria, una fuente de economía creativa, limpia, calificada y sostenible, y que es una industria útil para el territorio”. En el caso de no haber el cava cree que el paisaje del Penedès sería “un desastre”. También destaca la aportación del enoturismo, pero no esconde su percepción de que el sector se encuentra ante “una encrucijada complicada como DO”.

 

 

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