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MERITXELL FALGUERAS
7-octubre-2014
Los 'segundones'
En el pódium olímpico el tercero siempre es más feliz que el segundo, pues cree «¡qué bien, por poco no tengo medalla!». El segundo solo piensa: «por un poco y no estaba yo en la cima». Solo el primero se recuerda. Pues es verdad que en nuestra sociedad solo se premia al número uno. Sabemos el nombre de quien ganó el último mundial de sumillería pero no nos fijamos en quién quedó en segundo lugar. He tenido el honor de catar con Paolo Basso en Nespresso. Cuando se presentó se le olvidó contarnos a los compañeros que había sido elegido mejor sumiller del mundo después de su éxito en las pruebas realizadas en Tokio, saludando en tres lenguas (es lo que tienen vivir en Suiza), donde se enfrentó con Rivest de Canadá e Aristide Spies (Bélgica). La mejor sumiller de España es la bondadosa Pilar Cavero, entrevistada y admirada por méritos propios.
Pilar Cavero. Mejor sumiller de España.
Nos olvidamos que de cerca le sigue Guillermo Cruz Alcubierre del restaurante Mugaritz y Josep Pelegrín, profesor de la escuela de hostelería Joviat de Manresa. Pilar en el mismo año se ha quedado a las puertas del Premio Nacional de Gastronomía y en cambio se le ha abierto la puerta a América con la tournée del Celler de Can Roca. Este restaurante tuvo la primera posición el año pasado y este ha sido nominado segundo como mejor restaurante del mundo (pero para nosotros es siempre “el ganador” pues Jordi Roca ha sido el mejor chef dulce mundial). Porque la corona es invisible y que no se caiga depende del porte. Dicen que Dios no cierra una puerta sin abrir una ventana.
Hermanos Roca, del Celler de Can Roca, segundo mejor restaurante del mundo según The World’s 50 Best Restaurant, y de los chefs más relevantes del panorama gastronómico
Gastón Acurio, chef del segundo mejor restaurante de la Latin America’s 50 Best Restaurants, y el más influyente en la cocina peruana
Y no hablemos de los segundos vinos de los Grand Cru de Bordeaux que aprovechan las malas añadas para producir más botellas con las uvas de los primeros. En la última lista de los Latin America’s 50 Best Restaurants el mítico restaurante Astrid y Gastón ha quedado segundo después del Central Lima. ¿Pero hay algún chef más influyente que Gastón Acurio para la sociedad peruana? Recordad que David Bisbal no ganó la primera edición de Operación Triunfo pero es el más famoso de todos los OT.
Con los vinos la necesidad de ordenarlos en puntuaciones es aún mayor para ordenar el mercado y la crítica internacional. Los vinos que han tenido 100 puntos Parker ya están para siempre en el Olimpo del vino. El blanco de Mallorca de Binigrau Nou Nat con 95 puntos ha entrado por todo lo alto. Recientemente han salido los puntos del Ródano: hay numerosos vinos con 100 puntos (entre ellos cinco de Guigal). Tantos como vinos con 99 pero estos ya están en un segundo plano como Ch. D’Ampuis 2010 también de Guigal. Si buscas en www.eRobertParker.com las notas de cata más leídas son el 2010 y el 2003 de Motrose con 100 y 99 respectivamente. Si entras en la lista Wine Spectator eres un triunfador. Pongamos por ejemplo la del año pasado (porque la del 2014 aún no ha salido). Encabezó la lista el Cune Imperial Gran Reserva 2004 con 95 puntos, y solo con un punto menos, los 94 de Viña Ardanza Reserva 2004 se fueron al número 22. Pues esta publicación aparte de la calidad del vino tiene en cuenta otros factores como la producción, el precio, el número de botellas disponibles, etc. Pero… ¿qué pasa con los vinos que tienen medalla de plata? En este caso era el Château Canon-La Gaffelière St.Emilion 2010 y el tercero Domaine Sere Pinot Noir Willamette Valley Evenstad Reserve. ¡Siguen siendo vinos excepcionales! Seguro que el que estaba en el número 100, Badia a Coltibuono Toscana Cancelli, respiró orgulloso.
En la película The Hunger Games solo el vencedor sobrevive. No dejemos que los buenos vinos se maten entre ellos y recordemos encontrar ese vino especial aunque sea el último de la fila. Las clasificaciones son siempre personales y no vencer no quiere decir ser deficiente. A veces no hace falta ser el mejor para poder ser amado. Leonardo Di Caprio, el eterno nominado, aún no tiene el preciado Oscar pero no deja de ser uno de los grandes (y mejor pagado) artistas de Hollywood. En los vinos no pasa como con los actores, no hay secundarios solo hay momentos de consumo. Porque los segundos serán algún día los primeros, no les dejemos en un segundo plano.
