La Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE) valora positivamente las medidas de apoyo presentadas por el presidente del Gobierno ante los efectos del incremento de aranceles del 20% anunciados por la administración Trump.
EEUU es el segundo mercado en importancia para el vino español de fuera de la UE, y el primero para nuestros espumosos.
La estabilidad en las relaciones comerciales es clave para continuar fortaleciendo la competitividad del vino español en los mercados internacionales. Por eso, desde OIVE confían que la Unión Europea y Estados Unidos lleguen a un buen entendimiento. Y, en todo caso, que el vino se mantenga al margen de este tipo de disputas que son ajenas al sector.
El plan de respuesta y relanzamiento comercial trabaja en aspectos clave para el vino español como uno de los productos más afectados por la escalada proteccionista de Estados unidos. Destacan todas las medidas de apoyo a la internacionalización de las empresas (el 99% de las bodegas españolas son pymes) y la promoción de nuestros productos, fuera y dentro de España. Cabe recordar que más de dos tercios del volumen de las ventas de vino de España (63,1%) salen de nuestras fronteras.
En el encuentro que mantuvieron ayer representantes de los sectores más afectados con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la directora de OIVE, Susana García, ha solicitado “trabajar adicionalmente en otros ámbitos que afectan negativamente a la imagen del sector y sus productos” en referencia a políticas y proyectos de salud pública que están sobre la mesa del gobierno.
La Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE) señala que las disputas comerciales nunca benefician a ninguna de las partes, especialmente entre países con profundos lazos históricos y una relación comercial consolidada durante décadas. España ha mantenido un intercambio estable con Estados Unidos, donde nuestros vinos han ganado reconocimiento y nos han posicionado como el cuarto proveedor en valor y el séptimo en volumen, con más de 67,3 millones de litros exportados y ventas superiores a los 362 millones de euros.
El sector vitivinícola español no solo es un pilar fundamental de nuestra economía, generando cerca del 2% del PIB y más del 2% del empleo nacional, sino que también es un elemento clave en la identidad y proyección internacional de España. Además, su impacto trasciende lo económico: preserva el medio rural, contribuye a la sostenibilidad de toda la cadena desde viticultores a productores y comercializadores y fomenta la cultura, la gastronomía y el turismo en nuestro país»
La Interprofesional del Vino de España subraya la importancia de que tanto las administraciones española y europea adopten una postura coordinada y pone en valor también el paquete de medidas presentado por la Comisión Europea el pasado 28 de marzo para apoyar al vino europeo, lo que demuestra el papel estratégico del sector.