RESTAURANTES

Bodega La Puntual cumple cinco años


José Varela y Joan Carles Ninou

Bodega La Puntual –ubicada en el barcelonés barrio de El Born– es la historia de dos amigos y socios –José Varela y Joan Carles Ninou– que decidieron recrear una taberna bodeguera de barrio en un establecimiento donde la calidad del producto y los buenos vinos fueron el hilo conductor de una experiencia mayúscula.

Con esta alianza se unen ​dos de los linajes con más solera de la historia de la restauración barcelonesa: por un lado José Varela​, al frente del Grupo Varela, es digno sucesor de sus padres, que marcaron un hito en la zona alta de Barcelona con el restaurante La Xarxa, una marisquería en la que él trabajó de niño sirviendo cafés y de adulto como chef. Por otro lado, Joan Carles Ninou​, nieto de Esteve Ninou (conocido como l’Estevet), que no sólo ha creado escuela tras la barra del Xampanyet en cuanto a servicio y concepto de negocio sino que es alguien que conoce (y ama) como pocos la cultura de las latas.

La Puntual recibe su nombre del establecimiento que regentan los padres del protagonista de la célebre ​Auca del Senyor Esteve​ de Santiago Rusiñol, un clásico de la literatura catalana. Una declaración de principios de dos profesionales que conocen, aprecian y respetan El Born como pocos: la ubicación que antes ocupaba el tostadero de café Casa Gispert acoge desde hace ya cinco años ​dos zonas de consumo en las que disfrutar de platillos para compartir acompañados de una amplia y cuidada selección de vinos​.

En La Puntual,​ el protagonista es el producto​. Jamones ​Arcano de Maldonado​ colgados, ostras ​Louis d’Or​ y producto de temporada fresquísimo en el mostrador de la mano de ​Pau Santamaria​, quesos curados (​Payoyo, Cuirols, El Put​), el chorizo ​Joselito​ o el Fuet de Riera Ordeix​ reciben al comensal nada más cruzar la puerta. La mano de Ninou se ve clara al comprobar que a estas delicias se les suman sus célebres latas: anchoas, berberechos o mejillones. Todo se sirve al momento, incluso el jamón (que se corta a mano), para tapear de pie o sentados en las tinas acondicionadas como mesas. Un lugar dinámico que recuerda la atmósfera social y alegre de una bodega, con un servicio atento y esmerado.

Al adentrarse un poco más en el local, el comensal descubre un amplísimo salón decorado con sencillez y gusto en el que degustar los platos de temporada que salen de su cocina a la vista, dirigida por el chef Ricard Formoso.

Su carta ofrece platos que homenajean la cocina sencilla y sabrosa, la que perfuma un buen pescado (como el atún blue fin de Arrom) o carne o unas frescas verduras con un toque divertido que invita a acompañar las charlas con grandes vinos: destaca el ​trinxat de la Cerdanya​ servido con un huevo frito (que se presenta entero en la mesa y se rompe y mezcla delante del cliente), el ​arroz del Delta con pluma ibérica, ​las deliciosas ​croquetas casera​s (elaboradas con los retales del jamón Maldonado) o el ​calamar a la plancha con un alioli de ajo escalivado​, sin olvidar unas ​bravas​ que aparecen de forma regular en los ránkings de las mejores de Barcelona por la calidad de la patata y su fritura, así como por el aliño. Merecen especial atención también las​ sugerencias que cambian casi semanalmente en base al producto fresco​ y que los camareros enseñan con orgullo a los comensales en una pizarra.

La carta de vinos es otro de los encantos de La Puntual, conformada por cerca de ​80 referencias con gran presencia de vinos catalanes​. No faltan tampoco ni los espumosos Corpinnat de categoría de Torelló ni las ​cañas bien tiradas, ​así como una amplia carta de vinos a copas y con Coravin​ cuyos precios van desde 3€ (un correctísimo verdejo Lorenzo Cachazo) a 12€ (P.S.I., el Ribera de Duero de más alta expresión) la copa.

La Bodega La Puntual ofrece una ​cocina ininterrumpida​ desde el mediodía hasta la medianoche, en la que los aperitivos, las tapas y los platos más elaborados conviven con las largas sobremesas, “el picar algo” de media tarde, los ​afterworks​ y las cenas tardías. Ésta es su esencia: que ​todo el mundo encuentre una experiencia a medida​ partiendo de la base de que el producto no se adapta al precio, es ​el precio que se adapta al producto​. Una calidad que Ninou y Varela rehúsan comprometer, nadando a contracorriente en un entorno que se montó para el turista hace unos años y que ahora busca definir de nuevo su personalidad, atrayendo al público local de vuelta. Adeptos no les faltan.

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