Alta Alella Mirgin celebra 23 vendimias con un maridaje de cine

Anoche, la bodega Alta Alella de la Familia Pujol – Busquets Guillén, ubicada en Alella (Barcelona) celebró las 23 vendimias de Mirgin con VINEMA, una experiencia sensorial al aire libre –con el Mediterráneo de fondo– que maridó vino, gastronomía y cine. Y no vinos cualquiera, se abrieron para la ocasión añadas viejas de la ‘viblioteca’ de la familia.

El evento contó como maestra de ceremonias con Mireia Pujol-Busquets, copropietaria y segunda generación de la bodega y creadora de VINEMA junto el cineasta y documentalista Pau Sanclemente. Una propuesta innovadora que busca un impacto emocional y sensorial único en el público.

Esta experiencia va acorde con los valores de la bodega como la vanguardia, el compromiso con la sostenibilidad y la voluntad de compartir la cultura del vino.

Situada en el corazón del Parque Natural de la Serralada de Marina, entre viñedos y con espectaculares vistas al mar Mediterráneo, la bodega Alta Alella ofreció anoche una experiencia sensorial única que Vinos y Restaurantes vivió en primera persona junto a personalidades del mundo del vino, sumilleres, críticos reconocidos y sector Horeca.

«Celebramos 23 vendimias con la misma ilusión y pasión con la que empezamos. Los vinos y cavas de hoy son el resultado de muchos años de trabajo y dedicación», explicó Mireia Pujol-Busquets, que añadió: «El VINEMA es una muestra de nuestra pasión por crear momentos inolvidables. Con esta experiencia, queremos ofrecer una nueva manera de entender y disfrutar del vino, más allá de la copa. Innovar sin perder de vista nuestras raíces y el respeto por el medio ambiente». 

La experiencia VINEMA consistió en el visionado de seis cortos de cine a la vez que se degustaban, con cada uno de ellos, platillos originales del chef Miquel Antoja inspirados en los diferentes cortometrajes, maridados con vinos y cavas especialmente seleccionados para la ocasión. Para disfrutar al máximo de la experiencia, se instaló en la terraza mirador de la bodega una pantalla hinchable que funciona con energía solar fotovoltaica de Ecocinema, una productora que utiliza el cine como herramienta de comunicación e impacto social positivo. 

Maridaje sensorial

Esos sí, los protagonistas indiscutibles de la noche fueron los vinos y cavas de añadas antiguas, algunos con hasta 21 años de crianza. Se trata de vinos a los que el paso del tiempo confiere complejidad y elegancia, manteniendo una frescura sorprendente gracias a las particularidades del terroir de la zona de Alella. Los viñedos crecen en sauló, un suelo arenoso de granito en descomposición que aporta a los vinos una acidez natural excepcional, y a menos de 2 km del Mediterráneo. 

Estos fueron los cortos, los vinos y los platillos que se degustaron:

El corto sobre el espacio «The Golden Record» de Paul Trillo (2024) acompañó al platillo ‘Meteorito de Oro’ que se maridó con Alta Alella 10, 2012, un cava de colección con un mínimo de 10 años de crianza, galardonado como el mejor cava durante 3 años consecutivos por la Guía Peñín (97/100 puntos), mejor espumoso de Vivir el vino (99/100 puntos), entre otros reconocimientos.

«Blow!» de Neus Ballús (2023), con impresionantes imágenes submarinas, acompañó al ‘Arroz del mar azul’ que se maridó con Aus Bruant, 2018, un pansa blanca –variedad reina de la zona– pionero en su categoría, fue el primer cava sin sulfitos elaborado en el Estado, en el año 2006. 

«Timecode» de Juanjo Giménez (2016), que reflexiona sobre las diferentes ‘capas’ o facetas que esconden las personas, fue uno de los cortos más celebrados de la noche. Acompañó al platillo ‘El huevo dentro del huevo’ que se maridó con Alta Alella Cau d’en Genís, 2017 (Magnum). Elaborado en huevo de cemento, representa la variedad tradicional pansa blanca en su máxima expresión. Es fresco, mineral y elegante. 

Por su parte «Siembra», de Javier Barbero Montes (2023) que expone el complicado y tan de actualidad trabajo en el campo, acompañó al ‘atún naranja’ que se maridó con Alta Alella Lanius, 2003: La esencia de Alella expresada a través de la madurez de la chardonnay y la fermentación en madera. 

El inquietante «At last» de José Vega (2021) puso sobre la mesa –nunca mejor dicho– el siempre punzante tema de la violencia de género. El visionado se acompañó de «Magret hostil» que maridó con Alta Alella Orbus, 2003, un potente Syrah mediterráneo con 14 meses de envejecimiento en barrica, que expresa el frescor de la tierra junto al mar. Se elabora solo en añadas frescas, con clima más propio de zonas continentales. 

Finalmente, «Dear Michael» de Joan Bover (2022), un homenaje del director a su ídolo desde la infancia, Michael Jackson, acompañó al postre: un original CD elaborado con chocolate y sal que se encontraba al abrir el estuche de ‘Thriller’ y que maridaba a la perfección con Alta Alella Dulce Mataró, 2010, todo un emblema de la bodega. Se trata de un vino dulce elaborado con la variedad tradicional Mataró, con presencia en varios de los mejores restaurantes del mundo.

Según Mirea Pujol-Busquets, “la idea con este maridaje es ‘comerse y ver el vino’, mientras te lo bebes. Una experiencia 360º que activa todos los sentidos y en la que todo está conectado”. Sin duda, una experiencia sensorial innovadora.

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