El congreso, celebrado en Perelada (Girona) destacó la riqueza y diversidad de un mapa del vino dibujado en torno al Mare Nostrum y su cultura, frente a más de 200 asistentes, entre los que destacaron una decena Master of Wines, más de 40 sumilleres, 100 prescriptores nacionales e internacionales.
Veinte bodegas de la cuenca mediterránea y un distinguido programa de catas y ponencias inéditas consolidan el Mediterráneo como un destino auténtico que conjuga una propuesta enológica de primer nivel, clima, cultura, gastronomía y ocio.
Con el firme propósito de poner en valor la calidad, tradición y singularidad de los vinos del Mediterráneo, el I Simposio de Vinos Mediterráneos reunió ayer a una veintena de bodegas de la cuenca mediterránea en un encuentro sin precedentes que convirtió, durante un día, a Perelada (Girona) en la capital de vino mediterráneo.
Así, gracias al empeño personal de su comité asesor, dirigido por Juancho Asenjo (miembro de la Academia Internacional del Vino y Cavaliere dell‘Ordine della Stella por la República Italiana por su divulgación del vino italiano) y formado por Josep Roca (sumiller del reconocido Celler de Can Roca), Yiannis Karakasis (Master of Wine, Grecia), Gabriele Gorelli (Master of Wine, Italia), Gaston Hochar (director general de la bodega Château Musar, Líbano), Maria Snoussi (profesora de la Facultad de Ciencias de la Universidad Mohamed V de Marruecos) y Delfí Sanahuja (director de enología de Perelada), ha surgido este congreso de culturas del vino mediterráneo, cuyo objetivo no es otro que ser un punto de encuentro y debate para, compartiendo conocimiento y experiencia, definir y afrontar los desafíos y oportunidades del sector, siempre desde una apuesta clara por la investigación y la formación.
El evento reunió a grandes bodegas de la cuenca mediterránea. Junto a Perelada, participaron: 4Kilos, Casa Gran de Siurana, Gutiérrez de la Vega y Victoria Ordóñez, de España; Artemis Karamolegos, Lyrarakis, Mikra Thira y Troupis Winery, de Grecia; Masseria Li Veli, Petra, Planeta y San Salvatore 1988, de Italia; Château du Pibarnon y Mas Amiel, de Francia; Domaine Vicomte De Noue Marinic (Eslovenia), Château Musar (Líbano), Château Roslane (Marruecos), Corvus (Turquía) y Vouni Panayia (Chipre).
El showroom, a disposición de los asistentes durante la jornada, fue una oportunidad única, tanto de realizar una “instantánea” del Mediterráneo hecho vino, como de probar referencias de bodegas y vinos que no se encuentran en el portfolio de las distribuidoras europeas.
Los asistentes al Simposio pudieron disfrutar, además, de un programa de catas y ponencias inéditas, centradas en el Mediterráneo como generador, a lo largo de la historia, de una riqueza cultural y gastronómica sin igual.
Por otro lado, el congreso contó con un excepcional programa que, gracias al arduo trabajo de ponentes y asesores, creó una visión completa del Mediterráneo, incluyendo pasado, presente y futuro.
Convertido desde su primera edición en un referente para la proyección de los vinos mediterráneos, el éxito y la voluntad de seguir construyendo un futuro en común queda asegurado con una segunda edición de este Simposio de Vinos Mediterráneos. Así lo señaló Borja Suqué, que cedió el testigo durante el acto de clausura del simposio a Andrea Lonardi MW, de la bodega Petra, en la Toscana, que será la anfitriona de la próxima edición.