Calvario 2012
7-junio-2016
Un Rioja que expresa el terroir
Cada botella de Calvario 2012 concentra en su interior toda la esencia de la bodega Finca Allende y la filosofía elaboradora de su impulsor, Miguel Ángel De Gregorio, quien apuesta por vinos estructurados con taninos muy marcados y aromas minerales, que recogen lo que aporta el terruño.
Calvario 2012
Tipo: Vino tinto
D.O. Ca.: Rioja
Variedad: Tempranillo (90% ), garnacha (8%) y graciano (2%).
Graduación: 14% vol.
PVP: 90 €
Se trata de un vino de terroir elaborado con la uva recogida en las dos hectáreas de viñedo con orientación sureste plantado hace más de 70 años en el término municipal de Briones.
Tras la vendimia se realiza una selección manual del fruto, eliminando cualquier racimo que tenga el más mínimo defecto. La vinificación se produce en depósitos de acero inoxidable y tinas de madera por el método de vendimia despalillada. Depositado en barrica, es allí donde se desarrolla la fermentación maloláctica y se le somete, al menos a dos trasiegas.
La crianza se completa en barricas bordelesas de 225 litros confeccionadas por completo con roble francés Allier.
El resultado es un vino rojo intenso, con recuerdos balsámicos en nariz, frutos negros y compota unidos a otros minerales. En boca, logra una gran armonía sin igual, sedoso, equilibrado y muy elegante. En definitiva, un vino ideal para disfrutar y para guardar.
Calvario 2012, y por extensión la Bodega Finca Allende, está de enhorabuena. Recientemente ha sido distinguido como Mejor Tinto de España 2015 por la Asociación de Periodistas y Escritores del Vino (AEPEV), que entregó sus premios anuales en Mérida el pasado 18 de marzo. Calvario 2012 se alzó con el triunfo en la categoría de tintos en una votación a doble vuelta en la que participaron el 70% de los miembros de AEPEV y a la que concurrieron 786 marcas, de las que 153 pasaron a la selección final.
Finca Allende
Finca Allende está situada en Briones, en el extremo noroccidental de la Rioja Alta, en la margen derecha del río Ebro. Según Miguel Ángel De Gregorio “el terruño de briones es el mejor del mundo. Es único y singular”. 
El clima de esta zona es fuertemente continental con inviernos fríos y húmedos y veranos secos y cálidos, aunque existe una importante influencia atlántica debido a que la distancia con el océano Atlántico es de tan solo 70 km., lo que eleva los niveles de humedad relativa atenuando los rigurosos inviernos y tórridos veranos. Las altitudes oscilan entre los 415 mts. y los 610 mts. predominando las orientaciones norte y noreste lo que facilita la adecuada maduración.
Aquí cultivan 64 ha de viñedo –repartidas en 92 parcelas–, situadas en su totalidad en colinas, con orientaciones norte, noreste y noroeste, a fin de captar en toda su plenitud la influencia de vientos atlánticos.
Cultivan de forma casi exclusiva la variedad tempranillo (68 ha) aunque también un poco de graciano (1,5 ha) y pequeñas cantidades de garnacha, viura y malvasía.
La densidad media es de 3600 cepas por ha (muy superior a la media de la zona). 
La vendimia se realiza de forma enteramente manual, intentando recolectar cada pago en su momento óptimo de maduración.
Los vinos que produce esta bodega, en líneas generales poseen un denominador común: son vinos en los que ni la madera ni la fruta, son equilibrados y elegantes.
Miguel Ángel de Gregorio expresa en primera persona qué significa para él esta bodega: “En 1986 llegué a Briones y descubrí el terruño singular que siempre había soñado. Empecé a comprar pequeñas parcelas de viñedo viejo, y a intentar conocer y comprender cada pago. Poco a poco fuimos encontrando cuál era nuestro modelo, un modelo de “expresividad del terroir”, modelo de vinos muy estructurados con los taninos muy marcados, muchos aromas minerales (que era lo que nos daba el terruño de Briones) y en esa misma línea hemos seguido a lo largo de los años.
En 1995, tras vencer dificultades que sin duda hubieran hecho desistir a alguien menos motivado que yo, estábamos en disposición de vinificar el primer Allende. Veníamos de una tradición riojana, de una concepción bordelesa del terroir y poco a poco fuimos creando nuestro propio camino nuestro propio estilo. Buscando la expresividad de cada parcela, la singularidad de cada pago, así fueron naciendo Aurus, Calvario,…
Año a año, poda a poda, vendimia a vendimia, intentamos extraer toda la esencia de cada una de nuestras viñas, para introducirla dentro de cada botella”.
Finca Nueva
En Finca Nueva, situada en Navarrete, cultivan 96 hectáreas de viñedo, que se hayan situadas en colinas con orientación norte, noreste y noroeste a fin de captar en toda su plenitud la influencia de los vientos del Atlántico. 
El tempranillo es aquí también la variedad principal, cultivando también una pequeña cantidad de garnacha y viura.
Miguel Ángel De Gregorio comenta que esta bodega inició su actividad en 2004 “Cuando echaba de menos un espacio en el que dar rienda suelta a mi creatividad, donde las etiquetas no se vieran encorsetadas por la fidelidad del consumidor, disponer de libertad para lanzar al mercado vinos de nueva generación, frescos, divertidos y más asequibles, sin perder mi sello. De alguna forma, democratizar los vinos de alta calidad. Finca Nueva nace para atender una triple nueva demanda: la de aquellos que buscan vinos de calidad a precios asequible, la de nuevos consumidores que se incorporan al mundo del vino y que desean vinos acordes a su paladar y por último la del mercado exterior que ansía una nueva imagen de los vinos de Rioja”.
En Finca Nueva, producen alrededor de 500.000 botellas al año, de las cuales el 75% son destinadas a mercados exteriores a través de una red de distribuidores e importadores en 41 países de Europa, Asia y América.
El alma mater: Miguel Ángel De Gregorio
Conocido en su día como “l’enfant terrible” de Rioja, a sus 52 años Miguel Ángel De Gregorio afirma, entre risas, que ya no le queda nada de “enfant”, aunque nosotros podemos afirmar –después de compartir mesa y mantel y de catar algunos de sus vinos– que sigue siendo “terrible” en el buen sentido de la palabra –si es que lo hay–. 
Para los que no lo conozcan –se ha pasado los últimos años fuera de España– debemos decir que estamos ante un bodeguero que lo es por vocación, un apasionado de su trabajo que adora el riesgo. Para entender mejor su trayectoria debemos remontarnos a cuando solo tenía 6 meses. A esa edad, su padre, Nicolás De Gregorio, viticultor manchego de amplia experiencia, se trasladó junto a su familia a Rioja para hacerse cargo de las históricas viñas de Marqués de Murrieta. “Me crié en Murrieta” afirma De Gregorio. Algo que sin duda le marcó. A los 25 años, con su título de Ingeniero Agrónomo bajo el brazo se hizo cargo de una pequeña bodega de Navarrete–Bodegas Bretón–, consiguiendo en los siguientes años imprimir a sus vinos una personalidad propia. Es entonces cuando empieza a labrarse su fama de enfant terrible. Y es que desde la primera cosecha, De Gregorio apuesta por un cambio radical en el modelo de los vinos de la bodega, hasta aquel momento de perfil clásico, dando lugar al nacimiento de lo que se conoció como ‘vinos de alta expresión’ y de algunos de los primeros vinos de pago de la Denominación de Origen Rioja. Fue el artífice de la interpretación de un modelo enológico basado en el viñedo lo que le llevó a un permanente enfrentamiento dialéctico con las posiciones más inmovilistas de la Denominación de Origen Rioja. Sin embargo, él afirma: “nunca he pensado que hiciera vinos modernos aunque es verdad que sí que hubo una ruptura entre los vinos más industriales que se solían hacer y los que yo empecé a hacer, basados en el terruño”.
En 1997, De Gregorio abandona Bodegas Bretón para iniciar su proyecto personal: Finca Allende, en Briones, en la Rioja Alta. Desde aquí lidera el proceso de renovación de los vinos de rioja y consigue situar sus elaborados entre los más prestigiosos del mundo, consolidándose como uno de los bodegueros españoles con mayor prestigio internacional. En 2007, también en Briones, nace su otro proyecto riojano, Finca Nueva, una propuesta divertida y asequible a todos los públicos.
Hace tan solo dos años, en 2014, De Gregorio adquiere Bodegas Bretón con el objetivo de trasladar a estas instalaciones la producción de Finca Nueva. Allende por su parte, continúa elaborándose en las ya tradicionales instalaciones de Briones.
Además de por su rebeldía, Miguel Ángel De Gregorio es conocido por ser pionero en la recuperación de las mulas en las viñas: “Aspiro a tener 100% de tracción animal”.
Su último proyecto es el novísimo Allende Nature, un vino sin sulfitos con fecha de consumo preferente. ¿Por qué este tipo de vino?: “Hay una parte de reto personal, de conocimiento, de aprendizaje…”. Y es que Miguel Ángel nunca se ha conformado con lo preestablecido y siempre anda a la búsqueda de nuevos retos.
Finca Allende
Plaza Ibarra,1
26330 Briones (La Rioja) España
Tel.: 941 322301
info@finca-allende.com
www.finca-allende.com/es
